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martes, 7 de enero de 2020

ESOS ADORABLES PEQUEÑUELOS Cap. 4: Avances del 4º mes


-¿Me toca hablar del casi cuarto mes de mi hija?
-Tú verás.
-Pues parece que sí, porque cumple mañana el cuarto mes. Lo que espero es no aburrir ni parecer un padre de esos “babosos”.
-Ni pesado, ni baboso. Más bien vago. Llevas casi el mes sin escribir por aquí, exactamente 29 días. Desde aquel famoso en que decidiste escribir sobre los “avances a los tres meses”.
-Sí, eso es verdad.
-Y esta entrada, ¿cómo la vas a titular? ¿Avances a los cuatros meses? Me puedo reír, ¿no?
-Pues sí, no está mal, así la pueden relacionar con la anterior. Y sí, te puedes reír, tronchar y hasta partir la “caja”.

-Empieza a trabajar antes que lleguen las “señoras” de la casa, que entonces no habrá quien pueda hacer esto.
-Pues déja ya de darme el coñ…
-Pshhh… ¡Qué ya hay niños en esta casa!
-Pero ahora no están.
-Pero lo podrán leer más adelante. No ves que esto de internet se queda grabado Dios sabe dónde, y per secula seculorum.
-¿Me vas a dejar o no?
-Vamos, arranca y me callo. ¡Ah! No, ahí está la llave y ya llegan las señoras. Lo tendrás que dejar en borrador.
-Bueno, ya veremos. De momento, descansaremos de decir chorradas.
Tras haber bañado a la bebé, y mientras la madre la está amamantando, retomo el blog.
Mañana cumple los 4 meses. Y en este último mes los avances psicomotores son muchísimos. Reconoce al padre y a la madre. Sonríe, llora según esté a gusto o no con las situaciones. Sabe reconocer los sentimientos de las personas con las expresiones de las caras. El lenguaje gestual se ha multiplicado. Coge los objetos, se los lleva a la boca, los muerde, aunque aún no tiene dientes. No ha dicho nuevas palabras, pero emite un montón de nuevos sonidos, y muchas veces, estando sola, se lía a decir una retahíla de sonidos conexos pero ininteligibles que parece que estuviera calentando la voz o ensañando para comenzar a hablar de un momento a otro. Imita algunos gestos de la cara, básicos, como la sonrisa, la apertura ocular, el cierre de los labios. Y ha empezado a imitar algún movimiento de los miembros superiores. Si se le pone en decúbito prono, es capaz de levantar la cabeza y el tronco y mirar hacia delante. Por supuesto, gira la cabeza hacia el sonido o la voz que le llama la atención, gira la vista y sigue a la persona que le llama la atención y dependiendo del tono de voz que tengas (lo cual hace que haya que tener cuidado con ellos) puede ponerse alegre o comenzar a llorar de formar incoercible.

Total, un auténtico avance psicomotor. Por supuesto, se gira a un lado y otro, aunque todavía no da la vuelta completa. Casi gatea, digo casi porque aún no hemos hecho la prueba, pero quizá le falte ya muy poco para ello. Sigue tan espabilada como antes. Lo mejor es que parece que va comiendo mejor.
Mantiene el reflujo. Si por cualquier razón se nos pasa la toma de ranitidina, tenemos de nuevo los episodios de reflujo. Sigue tendiendo a mirar hacia la izquierda y tumbarse a ese lado, con lo cual la cabeza va adoptando un ligero aplastamiento izquierdo. Seguimos estimulándole sobre todo desde el lado derecho. Parece que va dando efecto. En fin, que no tenemos tiempo para aburrirnos.
Escrito en el año de Nuestro Señor de 2017, a 18 de mayo, en la festividad de San Juan I, papa y mártir.

Juan I. Papa y mártir.

jueves, 16 de abril de 2015

DESARROLLO CEREBRAL HUMANO (VII)


El post de hoy nos devuelve a Europa, a pesar de que continuemos hablando de científicos estadounidenses. Entre los niños que viven en los orfanatos en Rumanía se pudo observar que, sin tener alteraciones neurológicas, sin embargo sí se encontraban en una percentil 6 puntos por debajo respecto a otros niños de su misma edad (2-3 años), es decir, presentaban un retraso de un 6% en su desarrollo psicomotor. De hecho, en un estudio realizado en las adopciones realizadas por extranjeros, el 33% sufrían retrasos psicomotores importantes y el 40% retrasos motores leves.

La atención se comenzó a centrar en estos niños y se pudo ver que aquellos que habían pasado 6 meses o menos en un orfanato tenían mejores habilidades motoras que aquellos que habían permanecido más tiempo. Se pudo comprobar mediante pruebas realizadas a los niños que una mayor institucionalización conllevaba unos resultados más bajos en pruebas sensoriales, del equilibrio, de uso de objetos, etc.

Para determinar con mucha más precisión todo ello se creó el Bucharest Early Intervention Project (BEIP) que intenta estudiar el desarrollo motor del niño durante su fase en el orfanato, o bien si éste es adoptado por una familia que puede hacerse cargo de él con las garantías adecuadas para su cuidado y educación, como libros, juguetes, pañales, etc.

Teniendo en cuenta esto, los doctores Charles Zeanah (psiquiatra, de la universidad Tulane), Nathan Fox (psicólogo, que desarrolla su labor en la universidad de Maryland) y Charles Nelson (neurocientífico, perteneciente a la universidad de Harvard) decidieron realizar un estudio sobre los niños de los orfanatos en Rumanía.

En un primer momento, en 2001 se realizaría un electroencefalograma (EEG) a todos los niños de 2 años. Después se haría un seguimiento de aquellos que habían sido dados en adopción, junto a otro grupo de los que nunca tuvieron la suerte de ser adoptados por una familia. Cuando cumplieran la edad de 8 años repetirían el EEG y verían si había aparecido alguna diferencia en esos seis años o no. Un total de 136 niños entraron a formar parte del estudio entre los dos grupos.

EEG lento
Los EEG que realizaron a los 2 años de edad mostraban en todos los casos una lentificación de las ondas, lo que indicaba una menor actividad cerebral. Los realizados seis años después, a los 8 años de edad, mostraban una clara diferencia. Mientras los EEG de los niños que habían sido acogidos en familias mostraban una normalización de las ondas, y por tanto de su actividad cerebral; los realizados a los niños que se habían quedado en el orfanato mantenían menor actividad cerebral, eran mas lentos, "funcionaban", digámoslo así, menos. ¿Por qué?

EEG normal
Se cree que durante periodos de desarrollo, los circuitos neuronales son más maleables, y más sensibles para ser alterados por distintos tipos de experiencias a las que son expuestos. Una temprana y severa deprivación de estímulos, como en los niños que crecen en orfanatos, lleva a una pérdida de oportunidades para modificar los circuitos neuronales con miras a prepararlos para el futuro aprendizaje en múltiples aspectos de la vida diaria. Por ello es tan importante el aprendizaje en el ser humano desde la más tierna infancia. Y los padres lo deberíamos tener en cuenta.


Por último, no olvidemos que todos estos hallazgos parten de un estudio como el BEIP. ¿Cuáles son las consecuencias e implicaciones sociales de éste y similares estudios? Pues más de las que pudiéramos pensar. Rumanía está empeñada en un esfuerzo por conseguir la des-institucionalización de los niños que se encuentran en esa situación. Se trata de un giro importante en la política del país, en el cual el dictador Ceaucescu estableció desde los años 70 del siglo XX una planificación familiar controlada por el Estado con el objetivo de incrementar la tasa de natalidad para así incrementar la masa laboral, que llevó como consecuencia al abandono de los niños en los orfanatos, propiciado por el mismo régimen. Sin embargo, los esfuerzos en Rumanía están dando sus frutos, pues de 170.000 niños institucionalizados en 1989, solamente había 22.000 en 2010.

Todo ello nos lleva a mirar al futuro con esperanza. Se pueden hacer bien las cosas. Y los hallazgos científicos, aunque a veces parezcan demasiado básicos, demasiado académicos, pueden servir para mejorar la situación social, familiar, física y personal de cualquier ser humano. Y si eso se consigue, habrá valido la pena.