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domingo, 13 de noviembre de 2016

HAY MUCHOS COMO "TRUMP" A LOS QUE ACEPTAMOS SIN RECHISTAR

Queridos amigos, y seguidores, de LA CULTURA DE LOS PUEBLOS. Hoy empiezo con ese título entre ambíguo y contestatario porque os tengo que dar una mala noticia. Y como nos encontramos en medio de una oleada de manifestaciones anti-Trump, el nuevo presidente electo de los Estados Unidos de América, ello me ha llevado a una reflexión, que por vieja en mi mente, no deja de ser menos verdad. El primer mundo, la gente del primer mundo, los que ahora se llevan las manos a la cabeza protestando porque a la jefatura del país más poderoso del mundo ha llegado una persona prepotente con aires de, porque no decirlo, dictador, se creen que ese señor les va a manejar sus vidas. Pues bien, hay mucha gente que ya les están manejando sus vidas desde hace mucho tiempo, y ellos, como ratones de laboratorio, o como cobayas, han entrado en el juego de forma totalmente irreflexiva. O si no, ¿cómo se explican las colas, por ejemplo, para comprar el nuevo modelo de una marca conocida de teléfono móvil, cuando hace menos de un año habían comprado el anterior, que era un lujo en ese momento? ¿O cómo es posible que todos vayamos vestidos de las mismas prendas, con las mismas zapatillas, o con los mismos pantalones? No quiero entrar en mayores profundidades. El caso es que siempre me han hecho gracia que los mismos que protestan tanto frente a estos señores, son los que luego les rellenan las arcas consumiendo sus productos.

Pero como creo que nuestra pequeña comunidad que hemos llegado a formar en este recorrido de más de un año, dentro de la serie de LA CULTURA DE LOS PUEBLOS, no cae del todo en este tipo de engaños y trampas del mundo occidental, por eso me desahogo un poco con todos vosotros. Y me desahogo por la mala noticia que os tengo que dar.

No me permiten que os etiquete en las fotos de Twitter. Nadie me ha avisado de nada. Nadie me ha dicho nada. No he recibido ninguna recomendación. Ayer subí mi nueva entrada, como suelo hacer todas las semanas, pasé a etiquetarla en twitter, como solía hacerlo y me encontré conque me permitían realizar todo como si realmente pudiera hacerlo, pero no salíais nadie etiquetados. Lo probé con la cuenta de otras personas y a éstas se lo permitían sin problemas. He esperado más de 24 horas por si era un problema de conexión. He apagado, reiniciado, apagado el router, cambiado de navegadores, y todo lo que informáticamente pueda ocurrírsele a alguien y nada. Hoy sigo sin poder etiquetar a nadie. Me temo que me han impedido que realice esa acción mediante la cual os podía avisar directamente cada vez que colgaba una entrada.

¿Qué ocurre? Algo muy sencillo. Desde este verano, twitter a puesto en marcha un "servicio" de publicidad para empresas. Y me han llegado directamente a mí varias "ofertas" para que me apuntara. Este "servicio", por supuesto, precisa del desembolso de una cantidad determinada de dinero. Yo por este blog no obtengo ninguna remuneración. En algún momento he visto si podía obtener algo de dinero, lo confieso, pero después, al ver que tenían que aparecer anuncios que yo no controlaba, pasé totalmente de ello. Prefería que quedara tal como está y que fuera tal como es y en lo que ha llegado a convertirse: un lugar de encuentro entre gente que le interesa la cultura y el conocimiento humano. Pues bien, yo me lo curro, yo me lo guiso, y yo lo etiqueto. Sin más, no hay trampa ni cartón. Pero parece que a los directivos de twitter no les ha gustado que yo publicite mi blog a través de su red. Y han pensado que, aunque yo me lo curro, debo pagar por ello. Twitter es un medio de comunicación entre personas. Pero, eso sí, "la pela es la pela". O dicho de otro modo, "No me toques el dinero, no me toques el dinero".

El caso es que por todo ello me veo obligado a cambiar de estrategia, y en ella tengo que pediros un poco más de esfuerzo. No repetiré la forma en que os hago llegar esta entrada, porque no quiero que me bloqueen por completo la cuenta. Pues, como podéis comprender, ya no me puedo fiar de lo que pueda hacer "esta gente". Yo, por mi parte, seguiré colgando las aventuras de Makutule y Lengwesi semanalmente como hasta ahora. Pero la presentación de mi blog pasa de ser dinámica, mucho más atractiva, a la sencilla que tenía anteriormente. En la presentación sencilla he cambiado algunas cosas. En la columna de la derecha, he puesto en primer lugar un gadget para que os apuntéis si queréis recibir por e-mail la notificación cada vez que cuelgue una nueva entrada y así no tener que estar al tanto de mi blog, y bajo ese gadget está otro para suscribirse mediante RSS y otros  medios. Os pediría que continuáramos formando la comunidad que hemos estado siendo hasta hoy. Sé que es más difícil y que la rapidez del día a día del mundo de hoy nos deja poco tiempo para dedicarlo a estas cosas, pero creo que el seguir conociendo a personas como nosotros que viven a miles de kilómetros vidas distintas pero tan intensas, e interesantes, como puedan ser las nuestras vale la pena.

Por último, decidáis lo que decidáis, quiero daros las gracias a todos por vuestra compañía durante todo este tiempo que habéis compartido conmigo, en que me habéis acompañado y en el que he podido sentir vuestra cercanía y vuestro cariño.


sábado, 27 de agosto de 2016

LCP XXXIII: LOS MASAIS DE LOLIONDO

Vista aérea de la ciudad de Loliondo, al norte de Tanzania.
Queridos amigos de La Cultura de los Pueblos. Hoy, al contrario de lo que vengo haciendo, empiezo por el final. Y me explico. En los pueblos anteriores, los sam y los pueblos del río Omo, he empezado con una breve presentación histórica de los mismos, para luego pasar a intentar describir su vida, bien en boca de ellos mismos como protagonistas, o bien intentando describir sus usos y costumbres de una forma lo más sencilla y amena posible. Por último, y como colofón a todo el conocimiento que hemos ido adquiriendo a través de estos días en que hemos estado en contacto con estos pueblos, he pasado a hablar de la problemática actual de dichos pueblos. Del por qué en estos momentos se puede considerar que se encuentran amenazados por parte del hombre civilizado, por parte de una cultura del desarrollo que, sin negar todo el bien que ha supuesto para la humanidad, tiene sus indudables puntos negros. Y esa amenaza es tan grave que puede llegar a la desaparición de dicha etnia, de dicha raza o de dicho pueblo junto con sus tradiciones, sus costumbres y su cultura propia y única.
Guerrero masai

Pero al hablar del pueblo del que quiero hoy hablar, tengo que retrotraerme a mi niñez. A aquella niñez en que uno oía historias de unas tierras muy lejanas, en dónde los hombres y mujeres eran recios, altos, fuertes, sin un gramo de grasa en sus cuerpos, hechos de ébano, forjados por el sol y la sabana africana. Aquellas historias en las que un joven, armado sólo del escudo y de la lanza, se enfrentaba al gran rey de los animales, que no de la selva, para demostrar su valentía. Historias, en suma, dónde la arrogancia no era un defecto, pues ante un guerrero massai, la arrogancia y la gallardía de su porte no muestran ni más ni menos que uno de los cuerpos mejor esculpidos por la madre naturaleza para vivir en un ambiente tan hostil como es el de la sabana africana.

Y cómo es posible que a lo largo de todos estos días surjan muchas historias de éste tipo. Como creo que las historias que oí, puede ser interesante que ahora sea yo el que las cuente, para así ir pasando el testigo a aquellos que, como yo en aquellos días, quieran oírlas. Como puede que hablemos de muchas más cosas a partir de hablar de los masai, por eso mismo, hoy empiezo por el final. Empiezo hablando por el conflicto que ha hecho que los incluya en este viaje por los distintos pueblos amenazados de nuestro planeta Tierra.

Mapa que muestra la localidad de Loliondo, situada en una zona rodeada de los principales parques nacionales y
reservas naturales de África Oriental.

Y empezamos la historia en una localidad de Tanzania. Para aquellos que no lo sepan, Tanzania es un país de África Oriental, fruto de la unión de Tanganika, la parte continental, y de la isla de Zanzíbar, la parte isleña. Y tiene una de las zonas de fauna más rica y privilegiadas de todo el mundo. Y sé que no exagero. En el norte de Tanzania se encuentra el mítico Parque Nacional del Serengueti, cuya prolongación en el vecino país de Kenya forma el Parque Nacional del Masai Mara, se encuentra el también mítico cráter del Ngorongoro, cerca de él la Garganta de Olduvai, el monte Kilimanjaro, el lago Natrón y tantos otros lugares. Pues bien, Loliondo, que es la localidad que nos ocupa hoy, se encuentra situado en medio de todo ese paraíso. Y sufre la desgracia de todo aquello que se encuentra en medio del paraíso, sin serlo.

En Loliondo vive una comunidad Masai importante, que ha venido siendo desplazada de los parques nacionales. En un primer momento, en la década de los años 40 del s.XX, creyendo que la acción de las poblaciones indígenas era negativa para los animales de las zonas protegidas, se produjo el desplazamiento de las poblaciones masai de dichos parques a áreas fuera de los mismos, con lo que perdieron ricas zonas de pastoreo. Posteriormente, estudios más concienzudos dieron al traste con el concepto simplista de que cualquier tipo de actividad humana perjudicaba el entorno natural. Con ello, los gobiernos de la ya independiente Tanzania prometieron a los masai la recuperación de sus tierras, al menos para vivir en ellas de la forma tradicional, hecho que nunca se produjo. Y al final, en los años 90 ocurrió la gota que colmó el vaso. El gobierno decidió asignar la zona de Loliondo a una empresa extranjera de safaris de caza, sin tener en cuenta los derechos de las tierras comunitarias existentes de los masai.

Foto de la cacería en Loliondo en 2009 del príncipe heredero de Dubai.
Posan con una avutarda de Kori, una de las presas abatidas en dicha cacería.
¿Qué ocurrió a partir de entonces? El conflicto comenzó poco a poco. Primero por denuncias de incursiones de pastores masai en terrenos que estaban restringiéndose para la caza y que hasta ese momento habían sido de uso comunal de los masai. Después vinieron enfrentamientos entre pastores masai y personal de la empresa. El conflicto fue aumentando de tono al intervenir los guerreros masai y las fuerzas del orden gubernamentales. Hubo evacuaciones brutales, en algunos casos con quema de poblados.

El desalojo de cientos de masai en 2009 por parte del gobierno fue la mecha que encendió el fuego que permitió que la comunidad internacional se fijara en este problema. Numerosos grupos de derechos humanos, nacionales e internacionales, se pusieron a favor de los masai e iniciaron acciones tendentes a la recuperación de la zona y la paralización del proyecto. Sin embargo en marzo del 2013, el ministro de Turismo y Recursos Naturales anunció un plan según el cual el 40% del área de Loliondo se convertiría en Reserva Natural, exclusiva para la fauna salvaje, y precisamente afectaría a los seis pueblos masai de la zona. Y el movimiento comunal masai se puso en marcha nuevamente.
Reunión masai en Oloipiri el 25 de marzo de 2013, contra la decisión gubernamental de crear la reserva natural.
Miles de masai decidieron iniciar acciones legales que incluían al parque nacional del Serengueti,
líderes políticos e, incluso al primer ministro, Mizengo Pinda.

Las comunidades masai, apoyadas por ONGs de Tanzania, se movilizaron política y legalmente para defender sus derechos. Ésto atrajo una mayor cobertura por parte de los medios de comunicación y abrió el debate sobre los derechos de la tierra y los distintos modos de desarrollo tanto en Tanzania en particular como en África en general.

Mizengo Pinda, primer ministro tanzano de 2008 a 2015
Gracias a estos esfuerzos, el primer ministro tanzano, Mizengo Pinda, anunció en septiembre de 2013 que derogaba el proyecto, pues la tierra pertenecía a los masai. Por fin, aunque sea una gota en el océano, una comunidad indígena, rural, remota y marginada, conseguía una victoria sobre la "apisonadora" del progreso desmedido. ¿Qué lecciones nos pueden enseñar estos masai desde la humildad de sus hogares?

1ª/ Uno de los puntos que ha permitido la victoria ha sido el posicionamiento de distintos organismos sociales, tanto nacionales como internacionales, detrás de la causa de los masai de Loliondo. La lucha de la comunidad local precisa del apoyo de organizaciones que sepan estructurar sus esfuerzos y encauzarlos hacia las vías adecuadas.

2ª/ La cobertura mediática internacional también ha jugado un papel muy importante. Seguramente, sin esa repercusión internacional, muy posiblemente, la decisión de realojo del pueblo masai no se hubiera desechado con tanta celeridad. Pero no nos "pongamos medallas" los medios internacionales. Han sido los propios masai los que, con sus redes locales de teléfonos móviles y su imaginación, han sido capaces de atraer la atención de los grandes medios de comunicación y del gran público.

Uno de los "utensilios tecnológicos" que sirvió al pueblo masai para hacer
visible su movimiento comunal de defensa de sus tierras.
3ª/ De hecho, la existencia de móviles y de redes de comunicación de tipo global, permiten una mejor transmisión de la comunicación, no sólo de texto, sino también de fotos y vídeos, por lo que el apoyo externo se puede movilizar en días. Hace unos cuantos años se hubieran necesitado semanas o meses, eso si es que se hubiera conseguido.

4ª/ Las mujeres han jugado un papel fundamental en esta labor. A pesar de que la sociedad masai está dominada por hombres, las mujeres han asumido un papel de liderazgo y de trabajo que es el que las ha convertido en el auténtico motor de esta "pequeña" revolución. Son las que han sido capaces de caminar decenas de kilómetros para montar reuniones y dar charlas de información sobre la situación que se estaba viviendo.

Una de las voluntarias explica al grupo local los distintos derechos sobre las tierras y las distintas acciones que se estaban
realizando en esos momentos.

5ª/ Tanzania tiene una de las leyes más progresistas del continente africano en términos de protección de derechos de las comunidades sobre la protección de las tierras. Los masai de Loliondo tenían esos derechos sobre sus tierras documentados, por lo cual pudieron presentar su caso con total eficacia ante los tribunales tanzanos.

6ª/ Tanzania se está convirtiendo cada vez más en una vibrante democracia multipartidista, en donde el ciudadano tiene la oportunidad de ser oído, pero también tiene la oportunidad de sancionar a sus dirigentes con su voto en contra en las siguientes elecciones, algo que no se puede decir de otros estados africanos.
Fila de votantes en las elecciones de 2013, en la localidad de Loliondo, en su mayoría de etnia masai.

Hoy, como veis, acabamos con una buena noticia para nuestros protagonistas. A partir de la próxima entrada, comenzaremos a hablar de su cultura, sus usos y sus costumbres.

Hasta entonces, un abrazo. Nos vemos en la red.

Vista de la ciudad de Loliondo.

viernes, 19 de febrero de 2016

LCP XV: LA CULTURA MATERIAL DE LOS PUEBLOS OMO


¿Qué entendemos por "cultura material"? Dentro de este concepto, de esta denominación, nos referimos a los distintos instrumentos, utensilios y pertenencias que poseen los hombres y mujeres de un determinado pueblo. Un piso, un coche, un televisor, una moto, el ordenador desde el cual estoy escribiendo en estos momentos, formarían parte de la "cultura material" del hombre de nuestro "civilizado" primer mundo. Pero, para describir este aspecto de los habitantes del río Omo, prefiero que sea Maji, una niña oriunda de la zona, quien pueda contároslo con mayor frescura.


¡Hola! Mi nombre es Maji y vivo a las orillas de un río grande y largo, que desemboca en un gran lago. El río es tan grande, que los mayores tienen que cruzarlo de un lado a otro en sus canoas, porque es muy profundo y ancho, y nadando podrías cansarte y hundirte.


Mi pueblo es nómada, como la mayoría de nuestros vecinos. ¿Qué que quiere decir nómada? Pues que con las cabras y ovejas que tenemos, vamos de unos pastos a otros para que puedan alimentarse nuestros rebaños. Por esos nos llaman pastores. Estamos continuamente desplazándonos por la zona, sin alejarnos mucho del río, pues son las tierras más fértiles, aunque nuestro ganado come de todo, sobre todo las cabras. Otros vecinos nuestros, que tienen cebúes, necesitan pastos más extensos y de mayor calidad. Nosotros, no tanto.

Como estamos continuamente de un lugar a otro, no tenemos muchas pertenencias. Serían un engorro. Preferimos que las cosas propias sean pocas y ligeras. Así su transporte es mucho más cómodo. De hecho, se puede decir que cargamos con lo fundamental para vivir, lo imprescindible para el día a día.


Si en algún sitio nos quedamos por varios días, entonces construimos unas chozas más fuertes. Si entras verás que seguimos siendo austeros. El interior es muy sencillo. Un fogón, que suele estar en el centro. Junto a él un recipiente de barro, que se lo solemos comprar a los Bashada, que son una de las pocas tribus de por aquí que trabajan la arcilla. Y calabazas de distintas formas y tamaños. También puedes encontrar cestos, que son muy ligeros, y pieles de cabra y de cebú. Las calabazas y los recipientes de barro, que también los hay de madera, sirven para almacenar la leche que se obtiene de las cabras y de los cebúes. Los solemos adornar con muchas líneas y trazos, hasta que quedan muy bien decorados.


Los hombres portan sus armas. Los mayores nos cuentan que antes eran lanzas, escudos, porras. Los llevaban siempre encima, para defendernos del ataque de otras tribus o bien de los animales salvajes. También para defender al ganado y evitar perder algún animal porque se lo comiera alguna fiera o lo robara algún clan vecino. Hoy los han sustituido unas ametralladoras que se llaman Kalashnikov.

Algo que llevan los hombres en sus andanzas y que me llama mucho la atención son los apoyanucas. Se trata de un utensilio de madera que, debido a su pequeño tamaño, su gran ligereza y su amplio uso, es una pieza inseparable de la indumentaria del hombre. Les sirve tanto para sentarse sobre él, en las reuniones, o cuando se ponen a charlar en un encuentro casual con algún conocido; como para apoyar la nuca y reposar o dormir. De esta última forma preservan los ornamentos y los valiosos peinados que muchas veces suelen hacerse para lucir delante de los demás miembros de su poblado o de poblados vecinos.


Aquí queridos amigos, corto a Maji. Hemos podido ver con su relato, la escasa cultura material de estos pueblos. Pero esa escasa cultura material se compensa con la riqueza ornamental y simbólica que muestran en sus cuerpos mediante el peinado, los adornos, la pintura y las escarificaciones. Pues los pueblos del río Omo no sólo tratan de poner de manifiesto su belleza, sino también transmitir mensajes, señales y símbolos expresados a través del arte corporal. Pero dejaremos que sea Maji, en una próxima entrega, quién nos lo cuente.

Hasta entonces, queridos amigos, disfruten. Nos vemos en la red.

miércoles, 22 de octubre de 2014

REFLEXIONES DE MOUNA SALEH


DJIBOUTI

 Mouna Saleh Hassan es una chica que estudia 2º de Bachillerato en Ali-Sabieh, una ciudad de Djibouti, el pequeño país situado en la entrada del mar Rojo, entre Etiopía, Eritrea y Somalia.

   ¿Por qué la traigo a este post? bien. Hace aproximadamente dos meses leí una carta que le publicaron en una revista mensual de ámbito más o menos restringido. En ella, con sencillez, pero también con mucha claridad nos habla, y me habló, en la distancia de su cultura y de la globalización.    Me llamó la atención lo bien que supo distinguir en dicha carta los peligros de la globalización, la cual quizá no sea tan positiva como creemos. Quizá nos estamos acercando más al "mundo feliz" de Huxley de lo que nos pueda parecer, a ser quizá demasiado homogéneos en todo.
  
   Su carta es un canto a la diversidad y al mismo tiempo, a la armonía.
   Sin más paso a transcribir sus palabras esperando que os sirvan a todos vosotros.
   Un fuerte abrazo y os dejo con Mouna.


ALI-SABIEH
<<Nuestro modo de vida es distinto del de los occidentales. Nuestra cultura nacional incluye los cantos, juegos, vestimenta, que vienen de nuestra tradición originaria, especialmente de los pastores nómadas, de los guerreros, de los mercaderes de las costas y de los caravaneros. Porque los habitantes de nuestro país no tienen todos el mismo origen. Nuestra cultura se enriquece con varias tradiciones: somalí, afar, árabe, que reflejan un mismo género de vida y una pertenencia común al islam. Las culturas extranjeras no están ausentes.
   La situación de nuestro país, nuestra religión e historia explican que las dos lenguas oficiales sean el francés y el árabe. Las lenguas maternas empleadas por la casi totalidad de los yibutianos son el somalí, el afar, y el árabe. Nuestra religión es la musulmana. Nosotros y los cristianos tenemos diferente religión, diferente cultura y diferentes formas de vida. También hemos intercambiado la cultura occidental. Tenemos diferentes formas de vivir e incluso de pensar.
   Gracias a la globalización existe un intercambio cultural entre países. La globalización cultural corresponde a la emergencia de una cultura homogénea, la cultura mundial, nacida de la aportación de las diversas culturas nacionales. Pero a causa de la dominación del mundo por Occidente, la uniformidad cultural se refiere, con mucha frecuencia, a la occidentalización de la cultura y, más precisamente, a la americanización del mundo, es decir, a la difusión planetaria de la cultura americana.
   Hablar de uniformidad cultural puede también referirse a los productos, las prácticas, las formas de vida, los gustos, las normas, los valores. Incluso en los Países en Vías de Desarrollo se asiste a una occidentalización de la cultura, en el ámbito del consumo, en la alimentación, en la ropa, en la música, en el cine. En estos últimos tiempos se ve que incluso Yibuti se ha americanizado. Los yibutianos se visten igual que los americanos y tenemos también los mismos platos que los occidentales, como la pizza.


YIBUTI (Capital)


   Los medios de comunicación juegan también un papel muy importante. La televisión es hoy un medio de comunicación importante utilizado en todo el mundo, y las informaciones se conocen al mismo tiempo y con gran rapidez en todo el mundo.>>