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viernes, 9 de diciembre de 2022

HECHOS APÓCRIFOS DE LOS APÓSTOLES. Siglos II al IV d.C. VV. AA.

 

Nos adentramos en el terreno del mito y la leyenda. A ello hay que unir la hagiografía, que es la vida de alguien escrita desde el prisma de destacar todo lo bueno de ese alguien y añadiendo hechos extraordinarios, que pueden ser reales o no, pues no había un notario dando fe escrita de ellos.

Nos encontramos con unos textos que se pueden dividir en dos grupos. Unos escritos a finales del siglo I y sobre todo en el siglo II después de Cristo, y que corresponden al primer volumen que se muestra en la fotografía. La memoria oral de la vida del Fundador del cristianismo había quedado reflejada en una serie de relatos, algunos escritos por los Apóstoles, que así se llamó a sus seguidores más fieles, escogidos por Él mismo. Sin embargo, conforme fueron muriendo los Apóstoles, en las comunidades que compartían la fe en Cristo surgieron voces que creyeron necesario poner por escrito sus vidas y la esencia de lo que ellos enseñaban. Fue un intento de mostrar las nociones básicas de los cristianos a través de los discursos escritos y puestos en boca de los Apóstoles, cuando supuestamente éstos hablaban con los emperadores, reyes, magos, sacerdotes del culto pagano, etc.

Es una manera de mostrar cómo debía comportarse un cristiano, en qué debía creer, y las consecuencias que conllevaba el hacer las cosas correctamente o no. Estos relatos, además de milagros y conversiones, están cargados de discursos doctrinales en los cuales, los entendidos del siglo XXI, han creído ver referencias a las sectas gnósticas que surgieron de un cristianismo mal entendido. Y es verdad que se puede ver en estos escritos referencias muy evidentes a dichas creencias presentes en ese momento. Pero, a veces, el sabio, de tanto buscar, ve fantasmas hasta donde no los hay. Lo digo porque he usado la edición de la BAC, una edición estupenda, pero uno de los dos sabios que han dirigido la traducción y edición de los textos, tiende demasiado a obsesionarse por el gnosticismo, si se leen las notas al pie. Tanto es así que esta persona, que es un gran estudioso de la época y de todo lo relacionado con ella, llega a calificar de influencia, e incluso de origen, gnóstico a expresiones, recomendaciones o afirmaciones que aparecen en los distintos discursos de los Apóstoles que, sin embargo, se pueden explicar claramente con una lectura del evangelio en los fragmentos en que Jesús de Nazareth se refiere a esos temas. Ahora, eso sí, la lectura debe ser sencilla y libre de todo prejuicio, que por desgracia parece que es lo que abunda en la cabeza de este, por otro lado, gran estudioso de los textos relacionados con el cristianismo primitivo.

El segundo volumen de la BAC se refiere a los textos que se escribieron a partir del siglo IV d.C. Presentan algunas historias repetidas, contadas de forma distinta, bien más cortas, bien con un desarrollo diferente, aunque el final sea el mismo. Son historias más directas, con más acción diríamos en nuestro siglo XXI. Se ve que las influencias gnósticas han desaparecido. Quedan más patentes las persecuciones que habían sufrido los cristianos en general, y los Apóstoles en particular, durante sus vidas. Cuando se escriben se está en la época en que el cristianismo está permitido. Ya no es perseguido como antaño, pero aún no es la religión oficial del Imperio Romano, algo que ocurrirá a finales del siglo IV, bajo el mandato del emperador Teodosio.

El caso es que hay que mostrar el poder del Dios de los Apóstoles sobre los dioses páganos. Por eso, sobre todo en los relatos de los que hemos hablado más arriba, hay grandes enfrentamientos entre los Apóstoles y los sacerdotes del culto pagano, asociando los dioses de ese culto a diablos que están en el interior de las estatuas de los ídolos y que ejercen desde allí su poder sobre las poblaciones a las que pertenece el templo o santuario dedicado a ese dios. Por todo ello, vemos como las estatuas acaban destruidas y los demonios expulsados de los lugares que habitaban. También hay abundantes relatos de expulsión de demonios que habían poseído a hombres y mujeres. A partir de la presencia de esos demonios en su cuerpo se explica su comportamiento contrario a las leyes de Dios.

Todo ello no impide que, de vez en cuando, encontremos en los actos y en los dichos de los Apóstoles, pequeñas perlas de sabiduría para aplicarlas a la vida humana.

jueves, 24 de noviembre de 2022

HISTORIA DEL IMPERIO ROMANO. 391-395. Amiano Marcelino

 

Amiano Marcelino fue un militar romano del siglo IV d.C. que nos transmitió una visión directa del ambiente que se respiraba en el Imperio Romano, dentro de sus altas instancias, y de cómo la mayoría de los poderosos fundaban su posición social en la violencia, la rapiña y la adulación hacia aquellos que estaban por encima hasta que llegaba el momento de conspirar para echarles abajo.

Uno de los grandes valores es que habla de hechos vividos por él, o que los ha experimentado muy cerca en el tiempo o en el espacio, por lo que puede valorar mucho más adecuadamente los mismos, dando detalles o teniendo en cuenta aspectos que, a historiadores más lejanos en el tiempo, por muy honestos que quieran ser, se les escapa. De ahí que sus libros conocidos, que abarcan desde el reinado de Constancio, cuando ya gobernaba sólo el Imperio, hasta la batalla de Adrianópolis, hechos que van del 350 al 378, son una fuente de información de gran valor histórico.

Una de las cosas a destacar en la obra de Amiano Marcelino es que, a la manera de los escritores clásicos, mezcla el relato de los acontecimientos en un periodo de tiempo determinado con la descripción de las zonas y regiones donde ocurren los hechos narrados, la enumeración de los pueblos que viven en esas zonas y sus costumbres y características más llamativas, así como los fenómenos naturales observados durante ese tiempo.

Y es en estos casos cuando Amiano describe los fenómenos naturales y sus causas, cuando nos llevamos grandes sorpresas. Las explicaciones del desarrollo de los distintos procesos de la naturaleza tienen tanto parecido con las actuales teorías que se dan a los mismos por parte de los sabios del siglo XX y XXI que descubrimos que los "antiguos" no eran "tontos". Vivir en tiempos anteriores a nuestro milenio no significa ser ignorantes de muchas de las causas de las cosas, tal como algunos creen.

sábado, 16 de octubre de 2021

ANTONIO Y CLEOPATRA. 2007. Colleen McCullough

 


La última novela de la serie de Collleen McCullough publicada en 2007 se centra en los protagonistas de la historia del mundo Occidental desde la muerte de César hasta el ascenso de Octavio como César Augusto. Se trata de un trío, que no triunvirato. Marco Antonio, Cleopatra y Octavio. Se trata de una novela de una extensión cercana a la mitad de las novelas anteriores. He leído en alguna parte que la escritora se vio "forzada" a escribirla ante la presión de sus lectores porque continuara la historia de Roma. Y he de decir que se nota. La novela destaca por los hechos que cuenta, pero, creo que no me equivoco, es la más floja de la serie de siete novelas.

Los personajes que nos muestra son más superficiales, no entra en tanta profundidad, ni en los principales (Antonio, Cleopatra, Octavio), ni en los secundarios (Cesarión, Octavia, Livia Drusila). Se echa de menos el estudio profundo de la personalidad de otros personajes de su serie, como pueden ser Servilia, Livio Marco Druso, Catón el joven, Cicerón, Fulvia, Clodio, etcétera.

Las historias están narradas con menos intensidad que en las anteriores entregas. La batalla de Actium, la forma en que Cleopatra se gana el favor, o seduce, a Antonio. La indignación de Octavio ante el divorcio de Antonio de su hermana, Octavia. No estoy destrozando la novela, porque todo ello se conoce antes que te pongas a leer. Pues una persona que llega aquí, más que un mero tuit, lo que desea es una explicación más extensa.

A pesar de ello, hay narraciones que demuestran la maestría de la escritora. La campaña parta de Antonio. La campaña final después de Actium y la muerte de Cleopatra. Serían dos ejemplos de que vale la pena leerla. 

En resumen, si no hubiera sido precedida por las anteriores, estaríamos ante una estupendo ejemplo de novela histórica, pero es que la comparación con las obras anteriores no la soporta. En su defensa hay que afirmar que muchos otros títulos de novelas históricas no soportan esa misma comparación. 

Una última pregunta. ¿Ha valido la pena pegarse la "pechá" de leer las casi 7.000 páginas de esta serie de libros? Indudablemente, sí.

Queridos amigos, nos vemos en la red.

domingo, 10 de octubre de 2021

EL CABALLO DE CÉSAR. 2002. Colleen McCullough


"El Caballo de César" es la sexta novela de Colleen McCullough sobre los últimos años de la República Romana y el advenimiento del Imperio. Pero cuando uno lee su título, no sabe muy bien a qué puede referirse, pues, si bien es verdad que todos los conquistadores has tenido caballos famosos, en el caso de César no lo es tanto como Babieca o Bucéfalo. Por desgracia, el título proviene de una desafortunada traducción de la editorial responsable de su publicación aquí en España. Intentando hacer un título más claro, y por supuesto, un título que fuera más atractivo para conseguir más lectores y conseguir más dinero, que para eso son los que trabajan para que nos llegue este magnífico texto, han desvirtuado por completo el sentido del auténtico título que puso Collen McCullough y que fue "The October Horse", es decir "El Caballo de Octubre". ¿Por qué? Ahora paso a explicarlo.

En la antigua Roma existía una celebración litúrgica conocida como el Caballo de Octubre. Se celebraba el día 15 de dicho mes, y consistía en una carrera de caballos en honor del dios Marte. Se celebraba en la explanada que existía fuera de las murallas servias y que se conocía como el Campo de Marte, aquél donde tenía que esperar el general con su ejército hasta que pudiera entrar en Roma para celebrar su triunfo tras una campaña victoriosa. También era el lugar donde se entrenaban todos aquellos jóvenes que pretendían formar parte de las legiones, por supuesto, en los cargos superiores.

La carrera se hacía mediante un carro llamado "biga" al que se uncían dos caballos, los cuales eran los responsables de tirar del carro (ahora se entiende lo de cuadr-iga, carro tirado por cuatr-o caballos). Bien, el carro que ganaba conseguía que el caballo de la derecha recibiera el honor de ser el Caballo de Octubre. A este caballo se le coronaba con una guirnalda de pan y el sacerdote de Marte, llamado "flamen martialis" le traspasaba con una lanza ritual. Si el flamen no conseguía la muerte inmediata del caballo, había auxiliares que terminaban con la vida del caballo honrado. Pero aquí no quedaban "los honores" que le eran rendidos.

Se le cortaba la cabeza y la cola. La cabeza era disputada por los hombres de dos barrios de Roma, Vía Sacra y la Subura, mediante una carrera. Según cuál de los dos grupos ganara, la cabeza era exhibida en un lugar u otro de la ciudad. La cola, que aun tenía que ir sangrando, se llevaba cerca de la casa de las Vestales, donde se usaba para distintos ritos religiosos.

Y en esta novela, Colleen nos muestra a César como ese Caballo de Octubre, vencedor, el mejor de entre los suyos, al cual hay que sacrificar para obtener los dones de los dioses. Uno de los mejores títulos que han surgido de manos de la autora, y uno de los títulos más poéticos que se puedan encontrar en la historia de la literatura, y sé que no exagero. Una pena la traducción española.

En fin. Aquí, la autora nos demuestra su gran conocimiento de la Roma Antigua y su magnífica habilidad para narrarnos los distintos hechos que tuvieron lugar durante el transcurso de la misma. Como ejemplo, decir únicamente que, si has estado imbuido en la lectura y en el ambiente creado por la escritora, uno de los momentos culminantes es, por supuesto, la muerte de César. Pero no porque sea el episodio más famoso de la Roma Antigua. No. No es eso. Es porque Colleen consigue que vivas en tu propia piel la sensación que debieron de sentir todos aquellos romanos cuando fueron enterándose que el gran político y general había muerto. El vacío que consigue reflejar McCullough se transmite al lector y siente el mismo desasosiego que sintieron los que perpetraron el asesinato como los que sufrieron la muerte de César. Si hay que destacar un libro de esta serie de "Señores de Roma" de Colleen McCullough (y cuando escribo estas líneas, ya he acabado la serie entera) sería éste. Porque no es un libro dedicado a un sólo personaje. La escritora nos consigue meter en la piel de todos y cada uno de los protagonistas de la historia de la República Romana en esos momentos. Y para que vean el extraordinario estudio sobre estos momentos, no me resisto a enumerar, a grandes rasgos, todos los momentos que se viven en la novela:

  1. Campaña de César en Egipto y encuentro con Cleopatra.
  2. Retrato de Catón, al desplazarse hacia la provincia de África Romana.
  3. Últimas batallas del bando republicano.
  4. Aparición de Octavio, el que será César Augusto pasando el tiempo.
  5. Intrigas contra César.
  6. La muerte de César.
  7. Caos posterior y huida de los asesinos.
  8. Subida al poder de Marco Antonio.
  9. Octavio se impone como el auténtico heredero de César.
  10. Intrigas de Octavio.
  11. Formación del segundo Triunvirato.
  12. Muerte de Cicerón.
  13. Amaños de Octavio y retrato de su figura.
  14. Batalla de Filipos y muerte de Bruto.

Queridos amigos, nos vemos en la red.

sábado, 10 de julio de 2021

LA CORONA DE HIERBA. 1991. Colleen McCullough

 


"La corona de hierba". La segunda novela de la serie "Masters of Rome" escrita por la profesora de universidad Colleen McCoullough. He de reconocer que la conocía más por la novela romántica que le dió la fama aquí en España, y creo que fue a partir de una serie televisiva protagonizada por Richard Chamberlain y Rachel Ward, me refiero a "El pájaro espino". En fin, que no la podía relacionar con la serie de libros que narran el final de la república romana y las causas que terminaron por convertirla en un imperio, es decir, en una nación, estado, país o como quiera que lo llamemos, dirigido por un sólo hombre.


En esta segunda entrega, podemos apreciar en un primer momento los años de retiro del protagonista de la novela anterior, Cayo Mario; junto al esfuerzo de su alter ego, Sila, para convertirse en "el primer hombre de Roma" y superar las acciones de su mentor. Al mismo tiempo asistimos al nacimiento y los primeros años del más famoso de los personajes que dio a la historia la civilización romana: Cayo Julio César. Y el libro llegará hasta la muerte de Cayo Mario.

Los personajes están perfectamente descritos, hasta en sus detalles psicológicos más minuciosos y la prosa es rápida, sin dejar nada a la imaginación del lector. De ahí que, aunque es un libro largo, se lee sin esfuerzo y cuando quieres darte cuenta has llegado al final del mismo. Y no sólo eso, te deja el buen sabor de boca para comenzar el tercer libro de la saga.


domingo, 28 de marzo de 2021

EL PRIMER HOMBRE DE ROMA. 1990. Colleen McCullough


¿Qué decir que no se haya dicho todavía? Pues algo malo, pues todas las reseñas hablarán de ella como una obra de arte, una visión lo más cercana a la Roma republicana. Sin embargo hay dos cosas que me chirriaron en un principio. La primera, algunas prendas que usaban los personajes, en concreto Sila, eran "algo" anacrónicos. ¡Zapatos! No sé si será un fallo de la traducción, o que en los primeros capítulos, la autora aún estaba algo verde en cuanto a documentación de la época y metió esa gamba. Y la otra es que la vida que pintaba de Lucio Cornelio Sila previa a su ascenso en la sociedad romana era la de un depravado, que hicieron que dudara de la verosimilitud del personaje. ¿De verdad Sila estaba caído tan bajo antes de su relación con Mario? Ya digo, estas dos cosas estuvieron a punto de hacer que dejara de leerlo al cabo de unas 100 páginas.

Sin embargo, haciendo honor a un amigo mío, que me lo había recomendado fervientemente, continué con su lectura, y, por fin, la cosa mejoró. Y tanto mejoró que he quedado invitado para continuar leyendo el segundo libro. "La corona de hierba".

El libro discurre en los años de los 6 primeros consulados de Cayo Mario y asistimos a tres batallas fundamentales para Roma, la derrota de Arausio, y las victorias de Aqua Sixtiae y Vercellae. Acaba cuando empieza a formarse el tablero que llevará al enfrentamiento de Roma contra el rey Mitrídates, o al revés, del rey Mitrídates contra Roma, que tanto da.

El caso es que he de reconocer que una de las grandes virtudes de esta novela es la caracterización de los personajes, a pesar de lo que decía del personaje de Sila anteriormente. Pero sobre todo, de la caracterización de los personajes femeninos. Tienen muchas más aristas, más complicaciones, más variedad en sus comportamientos y sentimientos que los personajes masculinos. Estos últimos, de una o de otra forma, sólo están movidos por la ambición de poder. En cambio, los personajes femeninos son los más importantes, diría yo, después de los dos protagonistas de la novela que son Cayo Mario y Lucio Cornelio Sila.

Por otro lado, Collen McCullough ha sabido expresar la gran verdad que muestra toda la historia, si la analizas lejos de fanatismos o prejuicios. Durante toda la historia sólo ha habido dos clases de personas. Y no son los "populares" y "aristócratas" de la época de Mario y Sila; no son los ricos y los pobres de la época decimonónica; los nobles y el pueblo llano de la época napoleónica; los capitalistas y los proletarios de Marx y Engels; y así podría referirme a un montón de divisiones en épocas históricas. Las dos clases de personas a las que me refiero son los poderosos y los débiles, siendo estos últimos el resto de la población que no pertenece a esa élite de poderosos. Porque no nos confundamos, Mario, de los populares, y Sila de los aristócratas, aunque representen dos maneras distintas de concebir la vida, al fin y al cabo pertenecen a esa clase de poderosos. Los demás, los que no son poderosos, siempre estarán dominados, de una u otra manera, por esa clase poderosa, la cual, si es necesario, prescindirá de los débiles, aunque provengan de clases humildes, como Mario, o de aristocracia, como Sila.

En fin, un libro que merece ser leído.

sábado, 6 de febrero de 2021

EL PASTOR DE HERMAS. Siglo II.


Este libro se encuentra en la recopilación de escritos de los Padres Apostólicos que venimos viendo en las dos anteriores entradas. Tiene entidad propia, y su extensión permitiría ser editado como libro único (un ejemplo, la portada de esta entrada), sin necesidad de agruparlo con los otros escritos. ¿Por qué?

Allá vamos. En primer lugar, está escrito por un tal Hermas, que parece ser que fue canonizado incluso. Yo, al principio de su lectura, pensé que Hermas era un pueblo, y no una persona; y que el pastor era el que estaba narrando el relato. Pero no, primera confusión en el título, Hermas es el protagonista y narrador del libro. ¿Qué que narra? 

San Hermas de Roma

Al principio nos da una serie de pinceladas sobre su vida. De hecho la resume muy rápidamente. Él era un esclavo, que fue vendido a una tal Roda. Posteriormente conseguiría la libertad, se haría rico, poseyendo tierras entre Roma y Cumas. Y entonces vuelve a encontrar a Roda, de la que se enamora, y se casa. No queda claro si con ella tiene dos hijos, o es ella quién ya los tenía y el los adopta. Lo que si queda claro es que sus hijos se "relajan" en cuanto al seguimiento de las doctrinas del cristianismo, y que, según le orienta la primera aparición que tiene, debe reprenderlos por desviarse del buen camino.

A partir de aquí, el relato se complica. Su lectura se hace densa, el estilo llega a ser confuso en algunos fragmentos, y es necesario echarle ganas para seguir leyendo. ¿Qué pasa en el texto para que ocurra lo que acabo de decir?

El Pastor de Hermas. Catacumbas San Calixto. Roma

Se relatan un total de cuatro visiones. En ellas, el común denominador es la figura de una mujer que comienza siendo vieja y va rejuveneciendo conforme pasan las visiones. La mujer le plantea a Hermas una serie de interrogantes sobre su vida espiritual y sus creencias en la Iglesia y en Dios. Por último, en la cuarta visión aparece un pastor, con todo el ropaje y utensilios de un pastor de ovejas pero se presenta a Hermas como un ángel. Este ángel es el que le va a conducir a Hermas por las otras dos partes de la obra, pues hasta aquí llega la primera parte.

La siguiente consiste en los distintos mandatos que el ángel le comenta a Hermas y las múltiples preguntas que tiene este último, exponiéndole las dudas que rondan en su mente. El texto ha pasado de un carácter apocalíptico a otro normativo, pero aderezado por la discusión de los dos personajes.

La tercera parte consta de 10 parábolas. Pero no son como las de Jesús en los Evangelios. Son mucho más oscuras, cogidas por los pelos y difíciles de comprender. Y ahora un dato histórico.


Parece que Hermas existió realmente. No existe un acuerdo entre los historiadores, pero la opinión más difundida es que fue hermano de Pio I, décimo papa de Roma, y que escribió "El Pastor de Hermas" entre el 130 y el 145 d.C. Por alguna de sus referencias en el texto, se cree que tuvo las primeras visiones alrededor de los años 88 y 97 d.C. También se cree que "El Pastor de Hermas" es la recopilación de una serie de textos o fragmentos de textos y que quién los pone a todos en contexto sería Hermas. en los años a los que nos hemos referido más arriba.

En fin, un texto tildado de apocalíptico, con normas, enseñanzas y parábolas. Aquel que quiera atreverse con un lenguaje intrincado y metafórico, aquí tiene un estupendo ejemplo, pues esas dos características dominan por completo este texto. Ánimo lectores.

Queridos amigos, nos vemos en la red.



domingo, 9 de octubre de 2016

LCP Cap. 38: EL ORIGEN DE LA FUERZA MAASAI

Pastor Maasai en Tanzania.

Makutule y Lengwesi vieron como su padre se dirigía a uno de los muchachos que cuidaban el ganado.

-¡Mwampaka!

-Sí, padre. -contestó solícito el muchacho.

-Te presento a Makutule y Lengwesi. Mis nuevos hijos. -Los niños quedaron un poco retrasados, como avergonzados. No esperaban que allí hubiera otros miembros de la familia de Ikoneti- Quedan a tu cuidado. Les enseñarás todo lo que tienen que hacer para cuidar las vacas. Vendrán a partir de hoy todos los días, y se ocuparán de un puñado de ellas. Las pastorearan, las llevarán a las zonas más verdes, a los riachuelos más cristalinos, velarán porque no se pongan enfermas y porque sus terneros crezcan sanos. ¿Entendido?

-Sí, padre. -el rostro del muchacho no mostraba ninguna emoción en especial. Y sin decir nada más sobre el tema, añadió- Tengo el buey preparado. ¿Sacamos ya la sangre?

-Sí. -respondió Ikoneti- Y así aprenderán estos dos. ¿Queréis ver de dónde obtenemos nosotros toda la fuerza que nos hace tan poderosos? -les preguntó a los niños.

Los dos chavales afirmaron con la cabeza. Se habían vuelto un poco vergonzosos. Mwampaka les empezó a hablar:

-Venid conmigo. Yo os lo contaré.

Anciano y niño con su ganado, en las inmediaciones del P. N. del Masai Mara
Y los tres se adelantaron unos pasos. Ikoneti los siguió indolentemente. Mwampaka comenzó a narrarles cómo los Maasai obtenían toda la fuerza de la sangre de su ganado. Cuando uno de ellos estaba enfermo, agotado o después del rito de la circuncisión había quedado debilitado, se le daba a beber sangre de buey. Ésta le hacía que se recuperara rápidamente y que pronto volviera a ser el guerrero que era previamente. Normalmente era el laibón quien indicaba la necesidad de que el enfermo tomara la sangre del animal. El laibón es una mezcla de adivino, médico, consejero espiritual y sacerdote. Son aquellos que se ocupan de mantener y enseñar la religión tradicional dentro de la sociedad Maasai.

Llegaron al lugar donde se encontraba el buey. El animal estaba pastando tranquilamente, ajeno al rito del que iba a ser protagonista. Mwampaka miró a su padre de reojo, sonrió y se dirigió a los niños.

-¡Bueno! ¿Cuál de los dos le va a sujetar?

Los niños se quedaron de piedra. La alzada del buey superaba sus cabezas. De hecho, La punta de sus cuernos superaba la altura de Mwampaka. Tanto Makutele como Lengwesi empezaron a tartamudear.

-¿Nosotros?

-Sí. Si queréis ser pastores, tendréis que sujetar animales como éste. -los niños miraban a Ikoneti, el cual asentía con la cabeza. Ellos se veían impotentes. Mwampaka se divertía con la pequeña broma que les estaba gastando. Llamó a otro muchacho que estaba cerca, el cual llegó con un arco y una flecha.

-Bueno, pues si no os atrevéis, lo tendré que hacer yo. -los niños negaron con la cabeza. Mwampaka miró a su padre. Éste sonrió y nuevamente asintió, en este caso a Mwampaka, y este último les dijo a los dos niños- Fijaos bien.


Mwampaka se acercó al buey, por delante. Comenzó a hablarle de forma muy pausada, el buey levantó la cabeza y al ver que era él, volvió a bajar la testuz y siguió pastando. El muchacho le empezó a acariciar la giba y poco a poco se fue dirigiendo al cuello. Al mismo tiempo, su padre se iba colocando al otro lado del animal, a la altura de la cabeza. Cuando Mwampaka alcanzó la altura del cuello, rodeó éste con una correa de cuero, momento que aprovechó Ikoneti para agarrar fuertemente la cornamenta del bovino. Mwampaka ató fuertemente la correa al cuello del animal, de tal forma que enseguida se notó la yugular del buey bajo la piel. El muchacho que había llamado Mwampaka se colocó frente a la misma y lanzó la flecha a quemarropa, provocando un agujero en la piel del animal de donde brotó un chorro abundante de sangre.


Inmediatamente, Ikoneti dispuso la calabaza que llevaba debajo del chorro de sangre, esperó el tiempo que consideró adecuado, y cuando creyó que ya tenía suficiente hizo una señal a su hijo. Éste aflojó el nudo de la correa. La sangre dejó de brotar tan rápido y el muchacho del arco cerró la herida con un empaste que tenía preparado y que consistía en una mezcla de tierra y estiércol. Esa mezcla de tierra y estiércol hizo que se coagulara muy pronto la sangre y se cerrara la herida de tal forma que el buey no perdió más del litro o litro y medio que Ikoneti había extraído. Más o menos la cantidad que el laibón le había pedido para un muchacho de la aldea, que se encontraba enfermo.

Makutule se acercó al muchacho del arco.

-¿Cómo es la punta de la flecha?

-Mírala tú mismo, está hecha de madera, la punta la tiene roma, ¿sabes por qué?

-¿Así no penetra mucho?

-Premio para el niño listo. ¡Ikoneti! -llamó al padre- Tienes aquí a un curiosillo, que le gusta saber trucos, quizá fuera mejor que se lo dejaras al laibón para que le enseñara el oficio.

Ikoneti se volvió, vio la escena y sonrió. Ya se había dado cuenta que Makutule tenía una curiosidad superior al resto de sus hijos. Siempre andaba preguntando el porqué de las cosas. Quizá fuera verdad, pero mientras, deseaba que se hiciera un pastor, un guerrero y un Maasai.